Ciertamente, 2020 no ha sido lo que el mundo estaba anticipando. Desde cambios políticos hasta una pandemia global que se ha apoderado del mundo tal como lo conocemos, es difícil encontrar una rutina "normal" para muchos. A pesar de todas las paradas, el miedo y la gran cantidad de desconocidos, una cosa se ha mantenido cierta y es el cambio. A la gente no siempre le encanta el cambio, pero sin él, la vida no avanza.
La primavera es un gran recordatorio, el cambio, aunque a veces es doloroso, conduce a un nuevo crecimiento, nuevas oportunidades, una nueva vida. Mientras vivo en un país que está estrictamente cerrado, disfruto la oportunidad de ir al mercado, aunque solo sea por salir. Esta semana, mientras caminaba, traté de ser especialmente consciente de lo que tengo a mi alrededor. Fue en esto que noté una nueva vida en los árboles, en los botones florales y en el aire. He tenido personas que comparten el nido de pájaros con huevos y crías nuevas. Estar en medio de una pandemia mundial ha demostrado ser aislante, monótono y, para muchos, grave y aniquilador, como puede ser el invierno, frío, oscuro y, a menudo, estéril. Afortunadamente para todos nosotros, la primavera trae consigo nueva vida, efervescencia y fertilidad.
La alegría de tener un nuevo día, en el pasado, a menudo se ha perdido para muchos de nosotros. Estamos en un momento único en este momento, donde cada nuevo día es algo que no solo podemos apreciar, sino que también tenemos tiempo para celebrar. Así que estés donde estés, y hagas lo que hagas, para, sírvete una copa de cava o vino (y usa la copa grande), celebra con los que te rodean, ¡y agradece que tenemos la oportunidad de vivir un día más!
